Algunos zapatos hacen exactamente lo contrario de lo que deberían hacer, causando problemas graves en lugar de sujetar y amortiguar el pie. Los tacones altos, las chanclas y las sandalias, así como los zapatos y botas de caña alta, pueden causar problemas en los pies y los tobillos.
Recomendamos encarecidamente a la mayoría de las mujeres no usar tacones altos, especialmente de forma habitual, ya que estos zapatos favorecen el desarrollo de deformidades en los pies y pueden causar síntomas dolorosos en el tobillo, la pantorrilla y la zona lumbar. Sin embargo, hay mujeres cuyos pies se adaptan perfectamente a los tacones altos y, en cambio, no les va bien con tacones bajos o zapatos planos; por ejemplo, las mujeres con arcos muy pronunciados.
Las chanclas y muchas sandalias presentan una amplia gama de problemas para los pies. Carecen de soporte para el arco, lo que puede causar dolor en diversas articulaciones y tendones; no protegen de los objetos; y exponen la parte superior del pie al sol, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer de piel. Las lesiones en los pies pueden ocurrir si una sandalia suelta se engancha al subir y bajar de ascensores y escaleras mecánicas, e incluso al abrir una puerta con los dedos. Caminar con chanclas requiere que los dedos se agarren a la superficie.
El calzado ayuda a mantener el equilibrio y la estabilidad, lo que obliga a los dedos a trabajar más que en un calzado con contrafuerte. Además, los dedos son más propensos a golpearse. Por último, una tira entre el dedo gordo y el segundo dedo puede provocar una herida abierta e infección.
Los zapatos o botas altas también pueden causar diversos problemas. Si son demasiado ajustados, pueden irritar los nervios cercanos a la superficie de la piel y causar una afección llamada neuritis. Muchas botas Ugg, botas de trabajo y botas vaqueras ofrecen un soporte deficiente para el arco del pie y poca o ninguna amortiguación. Para quienes padecen la deformidad de Haglund, una protuberancia ósea en la parte posterior del talón, usar zapatos y botas altas resulta doloroso y puede provocar bursitis.