Si bien el embarazo es una experiencia hermosa, presenta todo tipo de desafíos debido a los constantes cambios en el cuerpo. De todas las partes del cuerpo que sufren los efectos del embarazo, quizás sean los pies los que más sufren. Sin embargo, existen maneras de controlar los problemas en los pies durante el embarazo para que puedas afrontar tus tareas diarias y esperar con ilusión la llegada de tu bebé.
Hinchazón
Es muy común que las mujeres experimenten hinchazón de pies y tobillos durante el embarazo. Este problema suele manifestarse durante el segundo trimestre debido a los cambios hormonales que provocan retención de líquidos. La hinchazón suele empeorar a medida que avanza el embarazo y suele ser más pronunciada durante el tercer trimestre.

Si bien esta retención de líquidos suele ser normal, puede hacer la vida un poco incómoda. Aquí tienes algunos consejos para reducir la hinchazón:
- Beber mucha agua Puede parecer contradictorio beber más agua cuando el cuerpo retiene la cantidad justa que le corresponde, pero el agua, en realidad, elimina el sodio y reduce la hinchazón.
- Evite los alimentos salados Cuanta más sal consumas, más agua retendrá tu cuerpo. Los alimentos procesados son especialmente ricos en sodio, así que opta por alimentos integrales y saludables siempre que puedas.
- Manténgase activo Levantarse y moverse con regularidad puede ayudar a reducir la hinchazón en piernas, tobillos y pies. Considere caminar regularmente a lo largo del día.
- Elevar Con una almohada, eleve los pies y las piernas justo por encima del nivel del corazón. Haga esto varias veces al día durante 15 minutos para aliviar la hinchazón.

Dolor de espalda
Las mujeres embarazadas suelen experimentar dolor lumbar, especialmente durante la segunda mitad del embarazo. Una de las principales causas del dolor de espalda es el aumento de peso. Ese peso extra que llevas encima ejerce presión sobre la columna vertebral. El embarazo también puede provocar un cambio de peso, lo que aumenta la presión sobre la zona lumbar.
A continuación se ofrecen algunos consejos para reducir el dolor de espalda:
- Ejercicio Mantenerse físicamente activa durante el embarazo puede ayudar a aliviar el dolor de espalda. Cuando los músculos del torso están fuertes, pueden ayudar a sostener las articulaciones circundantes, aliviando la presión. Consulte con su médico para que le ayude a crear una rutina de ejercicios segura para usted durante el embarazo.
- Aplicar calor suave – Colocar una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica en la espalda baja puede ayudar a aliviar las molestias.
- Obtener apoyo – Al sentarse, elija una silla con soporte lumbar (espalda baja) adecuado y duerma con una almohada entre las rodillas para reducir la presión en la espalda.
- Ortesis Intenta usar plantillas ortopédicas con tus zapatos. Están diseñadas para absorber los impactos. También aumentan la estabilidad y reducen los movimientos adicionales que pueden agravar el dolor de espalda.
Aplanamiento de arcos y alargamiento de pies
El aumento de peso durante el embarazo puede provocar que los pies se alarguen y se aplanen. Algunas mujeres incluso descubren que sus pies son permanentemente más anchos y largos después de dar a luz.

Los arcos planos pueden ser dolorosos, pero aquí hay algunos consejos para ayudarle a encontrar alivio:
- Limitar la actividad – Evite las actividades de alto impacto y los largos períodos de pie, ya que esto puede agravar los arcos planos.
- Utilice aparatos ortopédicos con soporte para el arco – Para aliviar la tensión en los arcos de los pies, Estas ortesis proporcionan un alivio duradero del dolor en el arco.
- Use zapatos que le brinden apoyo – Use siempre zapatos con buen soporte para el arco y evite andar descalzo. Si tiene los pies grandes, necesitará una talla mayor.