La mayor parte del blog fromufoot trata sobre problemas y anomalías del pie. Para comprender plenamente cómo nos afectan estos problemas y anomalías, es útil comprender qué constituye un pie normal. Por supuesto, debemos tener en cuenta que muy pocas personas tienen el pie normal "ideal", pero en general, un pie normal debe cumplir siete criterios:
dibujado por fromufoot
I. Visto desde atrás, el talón debe estar en línea con la pierna. (El retropié no debe estar en posición varo o valgo).
2. Visto desde atrás, el antepié debe estar alineado con el retropié. (El antepié no debe estar en varo ni valgo).
3. Visto desde arriba, el antepié debe estar alineado con el retropié. (El antepié no debe estar en posición de aducción ni de abducción).
4. Visto de lado, el antepié no debe estar ni más bajo ni más alto que el retropié, ni el pie más bajo ni más alto que la pierna. (El antepié y el pie no deben estar en flexión plantar ni dorsiflexión).
5. La pierna no debe restringir el movimiento del pie. No debe estar valga ni arqueada, ya que esto forzaría el pie hacia adentro o hacia afuera.
6. La pierna no debe estar torcida hacia adentro ni hacia afuera, ya que ello obligaría al pie a estar con los dedos hacia adentro (puntas de paloma) o hacia afuera.
7. La pierna no debe restringir el movimiento ascendente ni descendente del pie. El pie debe poder flexionarse hacia arriba (dorsiflexión) al menos 10 grados cuando la rodilla está recta y la articulación subastragalina (entre el astrágalo y el calcáneo) está en posición neutra. Una contractura en el músculo de la pantorrilla impide que el pie se doble hacia arriba.
Todos estos criterios para un pie normal se relacionan con la alineación. Una buena alineación es necesaria para que nuestros pies soporten nuestro peso y nos permitan caminar, correr y realizar diversas actividades sin dolor. Sin embargo, estos criterios indican un pie completamente normal. En realidad, muchos pies no cumplen todos los criterios de normalidad; sin embargo, una persona puede estar asintomática y sin restricciones para caminar o correr, ya que el cuerpo es capaz de compensar variaciones leves o moderadas en la alineación.