Un juanete es una protuberancia ósea que se forma en la base del dedo gordo del pie. A diferencia de los espolones óseos , que suelen desarrollarse cuando el cuerpo intenta reparar el cartílago faltante o degenerado tras un traumatismo o la artritis, los juanetes surgen cuando los huesos y el tejido blando circundante se desplazan. Las causas comunes de los juanetes incluyen zapatos que no calzan bien y ciertas afecciones articulares como la artritis reumatoide. Pueden ser increíblemente dolorosos, especialmente si se han desarrollado durante mucho tiempo y han deformado gravemente la articulación, pero los juanetes tienen tratamiento. Si tiene un juanete y ha estado considerando usar protectores, esto es lo que necesita saber:
¿Qué es un protector de juanete ?
Un protector para juanetes es cualquier producto que mantiene los dedos en su lugar y evita que el dedo gordo roce con el segundo. Entre los protectores para juanetes más comunes se incluyen almohadillas, almohadillas y fundas; separadores de dedos; ortesis y separadores. Todos estos productos se pueden usar alrededor del juanete o de los dedos para minimizar la fricción y la presión. Se pueden comprar todo tipo de protectores para juanetes sin receta, lo que los convierte en uno de los primeros tratamientos que buscan quienes sufren de juanetes y el dolor que conlleva.
¿Realmente funcionará un protector para juanetes?
Cuando se usan adecuadamente (generalmente no más de ocho horas al día), los protectores de juanetes pueden "protegerlo" de que empeore la formación de juanetes, ya que eliminan la presión que causa y , por lo tanto, precipita el desarrollo y crecimiento de los juanetes con el tiempo.
Desafortunadamente, los protectores de juanetes no pueden revertir el daño ya ocurrido. Por lo tanto, un protector de juanetes podría aliviar el dolor ocasional, pero si tiene dolor intenso o constante debido a un juanete especialmente grande, probablemente necesitará...
La ventaja de curar el juanete
Los protectores para juanetes ayudan a reducir la fricción y la presión del calzado y a mantener la alineación correcta de los huesos del pie. Pueden retrasar el daño que causa la formación y el agrandamiento de los juanetes, pero no pueden reducir el tamaño ni la forma de un juanete existente. Para tratar un juanete, se necesita ayuda profesional.